sábado, 10 de julio de 2010

Mi regreso

Tener un blog es como tener un amigo, aunque ese amigo seas vos mismo. Tener un blog te permite contarte cosas en tercera persona y podés hablar vos como si fueras otro.

Te permitís contarle a ese otro cosas que vos no contarías a nadie más a menos que sea un desconocido en medio de un encuentro casual, furtivo, sin futuro cercado o lejano.

Tener un blog es desnudarte con ese amigo imaginario y contarle tus cuitas, tus pedos mentales y además, sos capaz hasta de cantarle tus más intimos secretos aunque estos sean simples fantasías jamás cumplidas.

Tener un amigo implica una cierta cantidad de obligaciones y todas empiezan por constancia; a un amigo hay que cultivarlo, contarle que te ha pasado durante el día. Con el blog sucede lo mismo, este amigo se encariña con vos y vos con él, te permites cultivarlo y mimarlo y hasta llegás a sentir que es como tu mejor amigo, tu confidente.

Como cualquier amigo, tu blog exige de vos una cierta cantidad de obligaciones, las mismas que un amigo te pediría y todas ellas empiezan por la constancia.

Yo, te he dejado abandonado mi querido amigo blog y hoy estoy piéndote perdón por ese lapso de agónica incertidumbre. Te he dejado abandonado y ahora tengo que intentar recuperarte, porque con vos, se fueron tus amigos, aquellos que conocí a través tuyo y que hoy, hasta me han borrado de sus enlaces.

1 comentario:

Quike dijo...

Sumerce nos hemos quedado esperando tu retorno. un abrazo